El clima que caracteriza las selvas tropicales en Sudamérica, incluidos los bosques del sureste de Perú en donde se realizan gran cantidad de viajes enfocados al ecoturismo, tienen como principal cualidad el calor y la humedad durante todo el año, y son las cantidades de precipitaciones al mes las que definen la variación estacional en estos bosques amazónicos.
A lo largo del año, la temperatura media en los bosques de las tierras bajas en la región peruana de Madre de Dios ronda los 25 grados centígrados (77° Fahrenheit). Como su nombre lo indica, no existe una verdadera estación seca, o por lo menos una como la conocemos comúnmente, en las selvas tropicales. Tiene que estar preparado ya que puede llover en cualquier época del año, y las estaciones se definen por la frecuencia e intensidad de las precipitaciones, tome mucho en cuenta esta peculiaridad del clima en la zona cuando reserve una fecha para su visita, ya que esto puede definir el tipo de viaje que está buscando como también la cantidad y variedad de animales que pueda observar en su visita.
Cuando hablamos de «estación seca» y «estación lluviosa» en los bosques de las tierras bajas dentro de la cuenca del Amazonas, de lo que realmente estamos hablando es de la variación estacional perceptible que se crea en esas épocas del año, las cuales se caracterizan porque se experimentan los meses más lluviosos y los menos lluviosos.
En la región biológica y ecológicamente diversa de Madre de Dios, en donde se operan gran variedad de tours destinados al ecoturismo sobre todo con destino a la protegida Reserva Nacional de Tambopata, los meses de verano del hemisferio sur, que abarcan desde los meses de mediados de diciembre hasta finales de marzo, es esta época cuando se experimentan las lluvias más intensas y con mayor frecuencia. Durante este periodo, son frecuentes los aguaceros vespertinos, y debe saber que las lluvias más vehementes se producen durante los meses de enero y febrero. Sin embargo, las tormentas tropicales suelen ser de corta duración, lo que significa que incluso durante los meses más lluviosos es inusual que las excursiones ecoturísticas y las actividades de observación de la fauna se cancelen debido a precipitaciones excesivas.
Aunque muchos viajeros optan por visitar las selvas tropicales de Perú en los meses de abril a diciembre, caracterizados por registrar menos precipitaciones y que coinciden además con la temporada de vacaciones de verano del hemisferio norte, hay muchas más razones para visitar los bosques tropicales durante los meses más lluviosos del año. Cuando llegan las lluvias más intensas, muchas especies de árboles y plantas producen sus frutos, lo que se conoce como época de fructificación, lo que a su vez provoca una mayor actividad entre muchas especies de aves y mamíferos, sobre todo los monos que en búsqueda de los manjares de la época se pueden observar con mayor facilidad.
Es la increíble abundancia y diversidad de especies vegetales de la selva tropical lo que ha permitido la aparición de una gran variedad de insectos, mamíferos, reptiles y otras especies que habitan estos bosques. Y aunque los árboles y otras plantas desempeñan un papel fundamental como pulmones del planeta, mediante la producción de oxígeno y la absorción de CO2, estas mismas especies de flora también regulan el clima de las selvas tropicales, creando el ciclo de estaciones «secas» y «húmedas» de la que depende la vida y las dinámicas ecológicas correcto en los bosques tropicales.
Los biólogos han descubierto que, en las selvas tropicales, caracterizadas por su denso follaje y árboles que suelen superar los treinta metros de altura, la transpiración, proceso mediante el cual las plantas y los árboles liberan humedad a la atmósfera, es responsable de gran parte del agua que luego vuelve a caer sobre el sotobosque de la selva, lo que constituye uno de los ciclos de funcionamiento básicos en este ecosistema
Además de los estudios complementados por la tecnología de los satélites – de los vientos convergentes que influyen en la variación estacional de la región ecuatorial, los expertos también han determinado que los bosques utilizan el aumento de las hojas caídas de los árboles como mecanismo para desencadenar la variación estacional de la selva tropical. El incremento de hojas en la estación seca provoca un aumento del vapor de agua que asciende y se enfría para formar nubes. De este modo, la humedad que se libera en forma de vapor de agua por los árboles actúa como una especie de bomba a escala continental, proporcionando el agua necesaria para mantener unos patrones de precipitaciones leves y constantes en toda la cuenca del Amazonas. De este modo, podría decirse que los árboles crean y mantienen su propia estación lluviosa anual, junto con la estabilidad climatológica que ha permitido evolucionar a las selvas tropicales del mundo y a las innumerables especies que albergan durante más de 120 millones de años, este ecosistema es autosustentable pero aun así nosotros debemos contribuir en su cuidado y conservación.